domingo, 18 de diciembre de 2011

DI STEFANO Y LIONEL MESSI, HAN COLOCADO A SUS EQUIPOS EN LA ÓRBITA

La historia se compone de aquellos acontecimientos pasados que transcriben los vencedores y que los herederos de los vencidos pretenden apostillar, matizar y llevar a su terreno con el paso de los años. En cambio muchas de las veces la verdad queda en el espacio del desamparo y en una nebulosa fría y desconocida, que personalmente y frecuentemente da pavor. Lo que ocurre que es que no hay más demagogia que ajusticiar hoy acontecimientos pasados perpetrados por los que no están, no porque prescriban o dejen de prescribir, sino por que los acontecimientos son los que son, y las civilizaciones e imperios se han ido construyendo a punta de lanza, la caída de los Fenicios, de los Visigodos, de los Romanos, de los Árabes, de los Austrias, Borbones,...Hasta llegado hoy, Periodo Constitucional. 

En estos últimos tiempos estamos asistiendo a un hecho similar aunque trivial, el FC Barcelona es claro vencedor, y se ha hecho con el control del panorama futbolístico y los vencidos intentarán apostillar todos estos acontecimientos, pasarán los años y muchos de nuestros nietos asistirán a varias versiones de los hechos. Pero algo quedará para la perpetuidad y afortunadamente no se va a poder cambiar, es el Trofeo. Porque las vitrinas es lo que no mienten y no hay verdad más inmutable que los Trofeos. El Futbol Club Barcelona asistía ayer a un tramite sencillo previo de haberse zafado de una escaramuza dificilísima la temporada pasada con la Copa de Europa, de poner en órbita su historia y en adueñarse de un trofeo que permitirá hacer constatar un hecho, lejos de la palabrería y de los juicios subjetivos. Y los agentes que han puesto en órbita al FC Barcelona han sido Leo Messi y toda su cantera, lo que llaman La Massia. 

Y vuelvo otra vez a la historia. Si no lo saben, en 1953 un joven rubio nacido en Buenos Aires y que por el devenir del momento tiene que pulular por diferentes equipos argentinos recae en los Millonarios de Bogotá, Colombia. Un verano llega para jugar un torneo internacional contra un equipo de la tierra hermana, España, llamado Real Madrid. Un equipo que se iniciaba en esto del fútbol, de perfil muy bajo pero que contaba con mandatarios ilusionados, que procuraban abrirse hueco en las instituciones de la época, pero con una visión universal y creativa a la hora de crear competiciones nuevas. El partido termina 2-4 y en esas el director deportivo del FC Barcelona Pepe Samitier o Josep Samitier como se haría llamar hoy, dice negociar con el futbolista, paralelamente el Real Madrid siguiendo el Pacto de Lima que marcaba la FIFA decide hacerlo con el propietario de sus derechos, los Millonarios de Bogotá, al negarse el señor Ramón Trias, a negociar con el club y hacerlo directamente con el futbolista. No muy diferente a lo que estamos acostumbrados a presenciar hoy ocurría en los 50, pero lo que hizo Ramón Trias se pone a caldo cuando lo hacen dirigentes del Real Madrid. En estas, el club blanco se hace con los derechos del futbolista pagando ya un primer plazo y su presidente Santiago Bernabeu le convence en menos de dos respiros la idea de cambiar de parecer y transportar sus ilusiones de Barcelona a Madrid. A partir de ahí Enrique Martin, o Enric Martí como se haría llamar hoy, monta en cólera y decide acudir a la Real Federación Española de Fútbol con la que ya en esos años tenía mano, y estos siguiendo patrones legales se saltan a la torera los acuerdos tácitos de la FIFA y deciden repartir el contrato del futbolista dos años para el Barcelona y dos años para el Real Madrid, previo pago de la mitad del primer plazo que había depositado el Real Madrid en el equipo colombiano. El FC Barcelona se niega y decide olvidarse del asunto y lanzarse a por otros futbolistas de más experiencia. El resto ya lo saben, Di Stefano lanza en orbita al Real Madrid como ningún otro futbolista ha hecho en la historia haciéndole ganar 6 Copas de Europa, 8 Ligas y una Copa del Generalísimo. Esto no es algo que se haya inventando "La Garita de Concha Espina", esto es lo que cuenta hoy el único superviviente de los acontecimientos y protagonista de los hechos, el propio Alfredo Di Stefano. 

Los apostilladores han ido desarrollando otra versión, echando por tierra estos méritos. Por eso hablan de que Francisco Franco entró con un tanque pistola en mano y enfundado con la camiseta del Real Madrid secuestra a Alfredo Di Stefano impidiéndole jugar en el FC Barcelona. A partir de ahí Pepe Samitier, Enrique, Ramón, y demás meapilas del generalísimo al unísono con una sociedad catalana que caminaba brazo en alto como la que más, se convierten en supuestos mártires. Unos mártires que habitan en un pueblo oprimido y que intenta hacerse oír por medio también de su equipo de fútbol, en lo que llaman “Mes que Un Club”. Y es precisamente cuando el FC Barcelona cae en este slogan cuando se empequeñece y se introduce en una maraña política y sociológica que le impide desviar sus esfuerzos a hacerse un hueco en el mundo, más grande si cabe. 

El Real Madrid contaba en esos años con Alfredo Di Stefano, pero es que hoy el FC Barcelona afortunadamente para si, cuenta con Lionel Messi que está clonando lo que hizo este en los años sesenta. Y la realidad, es que el FC Barcelona se ha hecho con la Liga, con la Champions y los extras que conllevan dos Súper Copas y Mundial de Clubes, 13 títulos de los últimos 16 en juego. Se ha puesto en órbita, con justicia y con el reclamo de un fútbol base vigoroso y de un genio como es el argentino. Ellos sí son los dos personajes que han conseguido poner a mayor nivel el Real Madrid y el FC Barcelona respectivamente. La Saeta y la Pulga, incomprendidos en su tierra y jerárquicamente colocados inmediatamente después de otros grandes como Johan Cruyff, Kubala, Ronaldinho, Raúl González, Juanito, Zidane o la Quinta del Buitre. Y que me perdonen, pero no parece que Cristiano Ronaldo, ni mucho menos Neymar da Silva tengan la misma fuerza para replicar esto. Frente a ello estarán siempre en uno u otro bando los que apostillan, los que pretenden reescribir la historia hablando de aparatos, federatos, de conspiraciones arbitrales y de la suerte. Afortunadamente nos quedan los trofeos y unas vitrinas admirables e intocables.

Un abrazo.

lunes, 12 de diciembre de 2011

EL COMPLEJO DE LUCHAR CONTRA EL DEVENIR NATURAL

Decía Sigmund Freud que el complejo de inferioridad se debe más a un acto reflejo mental inconsciente que se proyecta por la imagen del yo respecto a otro o respecto a las ideas sugestivas que ha ido obteniendo el individuo a lo largo de su vida. Este fenómeno psicológico inyecta de un sentimiento de desánimo a quien lo sufre y sobre todo de incomparecencia para poder explotar las cualidades propias que seguro que son muchas y buenas.

Sobre estas líneas seguro que muchos atisbáis por donde irá la crónica, pensando que la victima de esto es el Real Madrid en cuestión y el elemento sobre el que se genera es el FC Barcelona. Pero no es así, la victima son los propios jugadores del Real Madrid frente a la idea del devenir del propio fútbol en cuestión, y que el Barcelona solo hace que llevarlo al ámbito en donde nace y se desarrolla.

Recibía el Real Madrid a su máximo rival, aquel que tenga lo que tenga, que padezca lo que padezca o que adolezca de lo que adolezca, siempre pasa revista en este tipo de partidos. Es difícil recordar un partido en el que el FC Barcelona haya sufrido verdaderamente un revolcón, y las veces que ha sido así, ha tenido que ser por fuerza de causa mayor o porque no ha quedado otro remedio. Ambos venían con ciclos desiguales, un Real Madrid pimpante que deja claro jornada tras jornada que su escollo insalvable nace de la Ciudad Condal. Y por otro lado el FC Barcelona obligado a retomar el pulso en la Liga y rebajar la distancia de seis puntos.

Antes de que muchos hubiesen tomado asiento, el FC Barcelona comienza a enhebrar la aguja desde atrás y en estas en una versión nostálgica de si mismo Víctor Valdés se confunde de tecla, cúmulo de tropiezos, desatinos y accidentes que le llevan a Karim Benzema a clavarla con la tibia al fondo de la red. A otro equipo le hubiera resultado imposible reponerse de tal jarrazo en la cabeza, pero estos afrontaron el cometido como quien se topa con un dormitorio desordenado. Y poco a poco el fútbol comenzó a desembocar hacia su territorio natural como la fuerza magnética arrastra a los metales. Por su parte el Real Madrid se empecinaba en mezclar agua con aceite y en esas es donde surge el sentimiento que mencionaba Freud. El fútbol como todo ejercicio en movimiento no tiende a la arbitrariedad, tienda hacia un patrón común, y ese habla de que el juego generalmente transcurre en las medianías del terreno y con el balón en los pies, y es contra esa idea sugestiva y aprendida con la que se enfrenta el futbolista del Real Madrid ante quien lo tiene todo tan claro. El querer saltarse ese acontecimiento natural e impenetrable es lo que le lleva al fracaso en sí mismo. Es lo que le lleva a que desde el segundo 24 el FC Barcelona acerca el futbol al polo por el que se ve atraído, al que como decía Di Stefano, “al césped que alimenta a la vaca y sobre la que se saca cuero para fabricar balones”. Para el minuto 29 Messi se pone a pensar en el centro del campo, como quien se pone a soñar debajo de las nubes y encuentra la rendija para rematar Alexis. Decir que el Real Madrid podría haber pegado otro jarrazo con anterioridad en sendas ocasiones de Cristiano Ronaldo, pero para momentos así se requiere de la paz interior que no tiene, la que se obtiene de alcanzar un estadio de felicidad en lo personal y la de jugar no tanto en los extremos y más ahí, de nuevo, en el centro del campo. Porque el Real Madrid de la mano del trabajo diario que impregna su técnico tiene un espíritu aguerrido, competitivo y físico que le permite barrer al resto de equipos. Pero ese espíritu también lo tiene el FC Barcelona en menor medida, es en la faceta del juego natural sobre la que el Barcelona dispara las diferencias. Y no me dirán que no se lleva advirtiendo aquí en La Garita de Concha Espina, decisiones como la de jugar con un tractor en el campo véase Khedira, o sacrificar soldados como Kaka en post de Lass Diarra que estuvo en todos los repasos habidos y por haber que sufrió el Real Madrid en los últimos años o Coentrao a quien se le echó a porrazos del Zaragoza y que el Real Madrid endosó a la lista Forbes de la noche a la mañana, no ayudan a desequilibrar la balanza.

En la segunda parte Xavi recibió la bocanada de suerte que no tuvo al principio del partido y coloca el uno a dos, para volver a pasar los trastos de la responsabilidad a Cristiano Ronaldo que no consigue meter dentro un claro remate de cabeza. Es después de esta jugada cuando las aguas vuelven de nuevo al centro del campo y de nuevo Messi abre a Dani Alves para que rematase al que le tocase subir, en este caso Cesc Fabregas. El partido ahí se acabo, con un recital de faltas mal tiradas por parte de Cristiano Ronaldo y con la posibilidad de abrir más aún la brecha por parte de Andrés Iniesta.

En este caso, las explicaciones a la derrota pueden ser varias y de lo más pintorescas, recomiendo no escaparse por la gatera hablando de arbitrajes, de la calidad incuestionable de Cristiano Ronaldo y tampoco cuela el hablar de infortunios. Se debe asumir la realidad de frente tal y como llega, asumir que el Real Madrid ha tenido el 38% de posesión de balón, el único partido que casualmente lo llega a niveles más pobres cuando en media alcanza niveles de 60% de posesión, decir para su bien que pese a eso cuenta con mucha pólvora, solo generó dos ocasiones menos que el rival y el mismo número de balones recuperados por menos balones perdidos. Pero es la necesidad de cuestionarse la necesidad imperiosa de volver su juego hacia al territorio congénito del mismo, en donde hay más probabilidades de que ocurran cosas, hacia esa idea que se asimila desde benjamín y que luchar contra ella solo está llevando a la frustración y a la derrota. Se requiere de tiempo, de valor para asumirlo aunque sea en momentos de viento a favor y de dar paso a aquellos que tienen capacidad para hacerlo; Ricardo Kaka, Sahin o Esteban Granero por ejemplo. Empecinarse en algo que no sea esto, supone ahondar más aún en este complejo de inferioridad.

Un abrazo.

jueves, 1 de diciembre de 2011

EL DESAFÍO Y EL ESFUERZO DE DOS AMIGOS (IRONMAN COZUMEL 2011)


Difícil y al mismo tiempo enorgullecedor supone para mí plasmar una hazaña que ha traspasado y que nos ha mantenido en vilo a muchos de los miembros y amigos que constituyen mi espacio. Porque esta vez no hablaremos del Real Madrid, ni del Barcelona, ni de deportes de masas que mueven negocios y en donde la única y verdadera causa de su existencia es la generación de beneficios, aprovechándose de un sentimiento irracional que como el sarampión nace desde la infancia y que es incurable con el paso de los años. Esta vez hablaremos de amistad, de aventuras y de coraje.

 Porque hace ya más de un año y medio, uno de mis amigos se lanzó así mismo un desafío que a muchos nos sonó a dislate, pero que viniendo de quien viene no queda otra que tomártelo en serio. Porque el susodicho en cuestión se trata de Fernando Pisón. Decir que a Fernando Pisón lo conozco en el salón del Decanato de Economía de la Universidad Carlos III de Madrid, allá por el año 2003 a finales de Noviembre, y que se me presenta al grito de "!Ese! ¡Tú eres ese!" lo cual atisbaba el vigor con el que se había asentado en un nuevo entorno, en un paraíso desconocido y a la vez bello y desafiante. Nunca lo olvidaré, era en si mismo una inyección de vitalidad y liderazgo. Meses antes Viti me había hablado de él, como un personaje parecido a mí, de inocencia extrovertida y que provenía de una aldea del norte de España. Esto lo entendí el primer día que él piso Villablino y el primer día que pise yo Ezcaray, sus calles, sus amigos de la infancia y el devenir de su vida. Juntos hemos saboreado disgustos y alegrías académicas. Estos disgustos siempre te los curaba con positivismo, del bolsillo se sacaba una mandarina, una pera, unos frutos secos, queso de cabra o hasta un recipiente de pescado, su parca no tenía fondo. Compartimos madridismo, del que intentamos absorber sus mieles y glorias para hacernos cada día mejor competidor en cualquier ámbito de la vida que se trate.

 El desafío en cuestión se trata del IRONMAN COZUMEL, y que emprendería junto a su hidalgo compañero de andanzas Daniel Lozano. Mentiría si escribo que comparto similar confianza con Dani, digamos que yo no supe ejercer la palabra amistad con él, aunque compartimos lazos comunes, y solamente por eso, mi afecto y respeto es incondicional.

 Y se preguntarán ¿Qué es el IRONMAN? Además de un superhéroe Marvel, consiste en una prueba de aúpa; 3,56 km a nado por aguas abiertas, que para uno natural de Canarias como Dani se me antoja factible. Por otra parte, 180 km en bicicleta para culminar con la senda a pie que el griego Filípides recorrió desde Maratón hasta Atenas sin terminar muerto de asfixia en el intento. Todo esto solo es factible a base de pundonor, de huevo, organización y ese punto de humildad y de locura que tienen ambos. El pudor les impedirá reconocerlo, porque no quieren estar para dar lecciones a nadie, pero las lecciones las están dando y de la forma en que mejor calan, con hechos y no con gestos. Fue en la prueba de natación donde Fernando tuvo por lo tanto que depurar una técnica que le costó horas y horas en piscinas, tardes de gimnasio, control alimenticio y noches desgastando zapatillas por sabe Dios qué terrenos y lugares. La bicicleta era otra cuestión, aprendieron su uso, su mecánica y se adentraron en este deporte con pasión. Alguna tarde Fernando me hablaba de la bicicleta como una persona más, parte de su cuerpo y compañera de fines de semana, desde Aravaca hasta San Sebastián de los Reyes, desde Logroño hasta Zarautz.

Y con la reconfortable sensación que supone el trabajo bien hecho, allá se fueron, a Cozumel, México. Fernando batió según dice record individual de natación 1 hora y 17 minutos, Dani sufrió lo indecible en una avería en el neumático, los que atisbamos conocerle sabemos que los momentos de presión y Dani se llevan bien, Fernando se la jugó, le quiso ayudar aún con la amenaza de la descalificación y con la penitencia encima el resto del viaje de que su amigo podría no continuar. Dani se supo fajar del problema, y allí iniciaron la última faena, una dura maratón acompañada de bailes, festejos y coros de los asistentes, pero con la dureza y el desmayo de muchos de los participantes y las palabras llegadas de la fría Alemania de nuestro camarada Borja. No pudieron entrar juntos con la bandera de España al cuello, pero nadie negará que lo que empezaron el mismo día lo culminaron juntos también el mismo día. Recomiendo encarecidamente que lean su blog. http://ironmantriatlon.blogspot.com/

 Y ahora me dirán ¿Cómo se hace esto? Efectivamente no solo basta con esfuerzo y trabajo, supongo que se requiere de esa paz de espíritu que tiene Fernando Pisón, el arrojo que hereda de Doña Esther y la mirada limpia que hereda de su padre y que comparte con su hermana. Porque como él mismo dice "yo trabajo en grupo, pero no me quedo con los grupos, me quedo con las personas". En sus retos nos transmitirán el ejemplo de que los límites físicos y psíquicos del ser humano son insospechados y que muchas veces infravaloramos. Mientras tanto, aquí nos quedamos el resto, disfrutando de su amistad diaria, la de una persona como el canario de gran afabilidad y la del riojano que se resetea cada día ofreciéndote un perfil nuevo cada vez que te reúnes con él. Y a la espera de escucharles; ¿Qué pasa Rafa?, ¿Sabías que?,...Y otra salida del orinal, otra barrabasada que yo recibiré con la socarronería que me caracteriza, otra de sus aventuras al fin y al cabo...Pero que por si no lo saben, en el fondo estoy deseoso de contar y sobre todo de admirar.



Enhorabuena y un abrazo.