lunes, 12 de septiembre de 2011

Un verano de tormenta

Uno de los elementos más aterradores del verano, es la imagen de un bosque, en el que tras una escalofriante tormenta ninguna hoja se mueve, y ningún sonido se escucha, hasta la llegada de otra. Algo similar se puede decir que ha ocurrido este verano, el terremoto de clásicos de la temporada pasada que culminó con el triunfante final de este gran Barça, el resquemor del Madridismo y el relame de las heridas de este a la espera de la llegada de la Supercopa de España.

Se preguntaran ustedes el porque escribir una crónica semejante ahora, pues bien la borrasca ha durado demasiado, ríos de tintas, declaraciones, pedorretas, rectificaciones, llamadas,…La bola seguía, los gruñidos y los exabruptos no paraban, de todo tipo de agentes, individuos y bandos. Era necesario un mínimo de reposo, descifraremos dos visiones de estos partidos, la futbolística a la que tanto le gusta hablar a un bando y por otro lado el panorama circundante que nos rodea.

Dos partidos vibrantes que bendijeron, con todos los respetos al margen de la presencia de su santidad el Papa, el mes de Agosto. Un Barça a priori apurando los días, con entrenamientos dobles y mucha preparación, a posteriori según declaraciones de sus protagonistas, "recién llegados de la playa al Bernabeu". Y futbolísticamente el Barça no rindió a un nivel que acostumbra con los de Chamartín. El partido de ida de ataque frontal de los blancos, posesión de balón y remates sin fin. Los complejos se tardan en soltar, y el Real Madrid sigue jugando con decoro a este Barça, un pudor y preocupación extrema ante acontecimientos que ciertamente no pueden ser ya peores. Con todo, el Real Madrid demostró con su fútbol acercarse al nivel de competitividad requerida.

La vuelta quizás fue otro cantar, el Madrid asumió riesgos en defensa, lo cual algunos se lo honraron, otros en cambio muchas de las veces se lo exigimos, y ese trance frente a delineantes del balón pasa factura. El Madrid pese a eso se repuso, incluso volviendo a liderar el remate al área, incluso volviendo a hacerse con el balón e incluso empatando el partido y la eliminatoria, con la presencia en el campo de Xavi, Iniesta y todo el batallón al completo. Duro castigo del Barça arrebatando la miel en los últimos minutos, y llevándose el titulo y lo que más importa, la moral psicológica y la confianza para la siguiente cita y resto de temporada. 

Lo que respecta a los sucesos del entorno, es un tumulto oscuro que tiene multitud de lecturas, visiones y sentimientos encontrados. El Real Madrid esta afrontando una reconversión en sus estructuras y planteamientos, que nace en democracia y seguro que en libertad de todos sus seguidores, socios y simpatizantes. La prueba del algodón de que en este club siempre se ha estado un peldaño por encima del resto, en una especie de comportamiento de hermano mayor que algunos llamábamos señorío. Hoy el asunto es diferente, el Barcelona a base de cantera, precisamente las armas que a los castizos les han hecho ser lo que son, o lo que fueron, le ha dado la vuelta a la a la veleta. El madridismo, las bases y sus socios no lo aceptan y no lo digieren. Los dos últimos años, como le ocurrió a la Alemania de los años 30 se vivieron en un estado de desconcierto, de rearme con Paul Von Hindeburg, Kurt Von Schleicher, Shuster o Pellegrini frente a lo que ocurría, la derrota de la I Guerra Mundial o el Meneo del dos a seis,...Alemania optó por la implantación de un estado totalitario conocido como Nazismo y en el Real Madrid se ha optado por el Mourinhismo. Discúlpenme la paronomasia empleada, patología social en la que puede caer cualquiera, afortunadamente se ha dado en un contexto trivial como es el fútbol, pero ciertamente no encuentro mejor ejemplo para representar lo que estamos viviendo, sin entrar en los típicos juicios de valor, ni pretender calificarlo como malo ni como bueno, sino diferente a lo anteriormente conocido en el Real Madrid. La manifestación la encontramos en lo ocurrido una vez que Leo Messi calca el tercero. Nada criticable la tangana de los jugadores alimentada por los individuos de Salón de Far West, gente de mal vivir, suplentes revolucionados, muchos de ellos que no rascan bola en todo el año, delegados, masajistas, técnicos y tercer árbitro. El problema surge cuando el entrenador del Madrid se dirige con alevosía a introducirle el dedo en el ojo al respetable segundo técnico contrario, Tito Vilanova, peor aún es irse de la banda, dejar el pastel y luego ningunear al afectado en rueda de prensa. Se mire por arriba o por abajo, es un acto injustificable, difícil de calificar como positivo y que no hace pedagogía. No crea mala imagen, por que nadie se levanta al día siguiente y deja de ser de un equipo para pasarse a otro, al contrario siente quizás más comprensión, todos sabemos que las imágenes de peleas son las más vistas, y sin ser hipócritas estas reyertas han generado la revalorización el producto Real Madrid-Barcelona, desnivelar la balanza de la Liga y alimentar las solicitudes de este espectáculo fuera de nuestras fronteras. 

Son nuevos tiempos para el madridismo, tanto futbolísticos como periféricos, podemos poner la lupa en unos y en otros. Podremos mirar a los futbolísticos con cierta esperanza, y a lo que ocurre detrás de ellos demasiadas veces con mucho escepticismo. Comienza una nueva temporada para todos, intentaremos poner el ojo, que no el dedo, más en el primer asunto. Sobre todo lo demás sabéis cual es la opinión del que escribe, como la de muchos otros de sentimiento madridista, de pseudo aquí nada de nada, reconociendo y valorando la profesionalidad y bagaje de los que trabajan para el club, pero siendo implacables ante según que hechos,…Y el del Nou Camp ha sido uno de ellos. 

Un abrazo.

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