LO MEJOR NO SIEMPRE CONVIENE

Decía el gran filosofo español, Fernando Savater, que no todo lo bueno conviene, y aplicable en el Real Madrid, es que no conviene siempre lo mejor. Mantengan esa frase en la retina, porque es una de las premisas de la historia de este club, de su idiosincrasia y de todo el cúmulo de concomitantes que giran en torno a él, y que particularmente siempre me lleva a reflexionar.

El Real Madrid llegaba al Nou Camp, la eliminatoria perdida y tras haber vivido un sinfín de acontecimientos que atisbaban que el barco se hundía. Digamos que la eliminatoria se ha jugado durante más de quince días, en cada rincón, en cada instante y en cada momento de trabajo del equipo. Hay momentos que transcriben al público, aquel que se juega en el campo, otros en cambio quedan en los aleros del vestuario, en el espacio de la sacristía y escapulario, o por lo menos deberían. Lo que ocurre que en el Real Madrid no solo entra en juego la propia institución, hay siempre un avispero que día tras día pulula por el ambiente. Le hacen llamar "la prensa", y que me perdonen pero aquí en este caso la prensa no está para informar, y tampoco representa, ni pretender representar la opinión y el sentimiento del aficionado. La prensa en el Real Madrid intenta elegir entrenadores, presidentes, alineaciones, quita y pone en función de lo que le viene en gana en pos de una serie de intereses, que algunos se conocen y otros no. El Real Madrid toma la decisión de fichar hace ya dos años a José Mourinho, nadie dijo para qué, supongo que se sobrentendía, para entrenar y hacer más eficiente los resultados del equipo. Pero no, el Real Madrid pese a que no lo dice nadie, ficha a Mourinho para ganar al Barcelona (sic), el mejor equipo del mundo de largo, y que solo consigue caer frente al Sevilla de Manolo Jiménez en Copa del Rey y frente al Inter de Milán del propio José Mourinho. Los precedentes del Real Madrid eran desoladores, eliminado por la Roma, la Juventus, Liverpool y dos veces por el Olympique Lyonnais en Champions que le arrastra al segundo bombo. La Copa del Rey, eliminado por el Real Unión de Irún, Alcorcón o Mallorca en las primeras de cambio. Este era el pasado reciente del Real Madrid con el que se topa Mourinho y que este enjambre exige colocar como primero de la noche a la mañana. A día de hoy, nadie niega que pese a que el FC Barcelona sigue siendo el mejor, el Real Madrid se ha colocado como el segundo mejor de largo. Gracias a un trabajo diario, a la fidelidad en sus convicciones y evidentemente a que cuenta con un ramillete de futbolistas realmente buenos y que reman a una.

Porque José Mourinho es de la clase de profesionales que dignifican la labor de entrenador, actúa en libertad de decisión y verdaderamente hace magisterio de lo que debe ser liderazgo y personalidad. Nos podrán gustar más o menos sus formas, su manera de dirigirse y su talante, aquí mismo se ha reprobado cuando lo hemos visto así y cuando no traían réditos a la imagen del club. Utiliza al Real Madrid para hacerse más grande a él mismo, lo cual no se hasta que punto es criticable, siempre y cuando esto revierta en beneficios para ambos. Su mayor defecto es no saber bailarle el agua a este enjambre, sus respuestas han sido siempre desafiantes, se ha visto obligado a presumir de curriculum, lo que daba a entrever que los madridistas que lo defienden presumían de títulos ajenos y no de propios. La cosa marcha bien siempre y cuando el bagaje que presta se corresponda con la honestidad y la franqueza de todos y cada uno de los que le rodean. Esto no ha sido así, los futbolistas mantienen una relación de cama con este enjambre, muchos carecen de profesionalismo fuera de un campo de fútbol, lo desconocen en realidad y abren la puerta a este espacio de sacristía del que hablaba. Parte del enjambre se la tenía jurada desde el principio, les aterraba la posibilidad de que alguien con más liderazgo que ellos mismos se asentase en el club, y de ahí han emprendido una tralla de ataques hasta cumplir el cometido de verlo fuera de ahí. Quizás los que tenemos una personalidad más frágil perdonaríamos tal irresponsabilidad de los futbolistas, o intentaríamos acercar posturas con el enjambre, en este caso el susodicho no lo hará. Mourinho se irá del Real Madrid y con él seguro que otros con gran caudal de talento futbolístico como Cristiano Ronaldo, o Marcelo.

Y qué quieren que les diga, en una opinión personal y empática yo haría lo mismo en su lugar. 

Sobre el partido decir, que el Real Madrid salió con gran parte del reparto que llevamos defendiendo por estos lares, una cosa es predicar y otra dar trigo, todo es más fácil desde el burladero, lo admito. Línea de tres para Ozil, Kaka y Xabi Alonso en la creación,...Y Pepe recolocado en su espacio natural donde despliega menos violencia. El Real Madrid sometió al FC Barcelona arriba, de la mano de Ozil desplegaba un fútbol bárbaro, plagado de buenas maneras que confinaba con Kaka. Suyas fueron las principales ocasiones de gol, hasta que en una jugada aislada el Barcelona empana un gol de Pedro. Minutos siguientes el mal fario le cae al Real Madrid con un segundo gol de Dani Alves, infringiéndole un duro castigo al equipo blanco, que evidentemente no merecía. El segundo tiempo otro equipo hubiese tirado el cacillo al rio, el Real Madrid salió apretando, su técnico se puso flamenco y quito al que sobraba por otro jugador de creatividad, Esteban Granero. Las ocasiones empezaron a caer y el FC Barcelona se vio desbordado aunque confiado en el pase. El Madrid atrás achicaba fuerte con el mejor central que haya podido ver en nuestros tiempos, mientras que otros grandes en su día se empequeñecieron véase Laudrup o Luis Figo, el sujeto Pepe se envalentono en varas. Saben la opinión que tenemos de él, y no me voy a empecinar en ella,...Pero eso no quita para decir, que el Real Madrid estuvo cerca de ganar el partido, y por lo tanto pasar la eliminatoria, gracias entre otras cosas a la contención del Portugués atrás. Una falta cometida frente a dos sufridas, por debajo de todos los defensas de uno y otro equipo.

El enjambre y el estado de opinión de seguidores de uno y otro lado se quedan con el chascarrillo, en la vida han jugado al fútbol y ni mucho menos lo han visto con análisis y perspectiva, opinan de la personalidad de Cristiano, de que si Messi habla o dice esto, de si el arbitro pita o no pita, analizan cada jugada individual llevando la tarjeta amarilla o roja no como parte de un juego, sino al terreno del juzgado ordinario. El forofismo les desborda, carecen de ecuanimidad, de tolerancia con el rival. Es esa turba de mierda, del día a día de José Mourinho lo que hará irse a otro lugar donde el fútbol se mueve en un área más limpia y no en esta miasma. Porque para entrenar al Real Madrid no se requiere ser el mejor, ni saber más o menos de fútbol, como es el caso,...Se requiere manejar el entorno sin personalidad y sensibilidad,...Como en su día lo hicieron Miguel Muñoz, Heynckes, Molwny, Toshack o Del Bosque. De juego y tácticas sabían más bien poco, dejando el orden a la anarquía de los futbolistas que intervienen en este apartado. 

Mientras tanto, los que día a día intentamos despegarnos de esa turba, nos quedamos con el juego de ambos, con el resurgir de Mezut Ozil, con el descaro y la fuerza de Cristiano Ronaldo, con el buen pie de Granero y las esperanzas en el futuro de Kaka. Por lo que estamos aquí, que no es otra cosa que la consecución de títulos, decir que al Real Madrid se le ha escapado honrosamente uno, que sigue vivo en la Champions, y que esta siete puntos por encima del mejor, en la competición que premia la regularidad. Conviene recordarlo y tampoco conviene hinchar mucho el pecho, aunque sabemos que a algunos se la trae al mismo pairo todo esto,…Porque seguirán al chascarrillo. Que lo sigan ingiriendo y que les aproveche.

Un abrazo.

LA HONORABILIDAD Y LA MEZQUINDAD

No es sencillo plasmar en solo dos cuartillas todo el florecer de sentimiento, sensaciones y sobre todo desazones tras esta complicada semana para el madridismo. Se podría optar por callar, por apaciguar ánimos, y que simplemente el propio paso del tiempo nos abriese los ojos sobre una postura empecinada, errada y que verdaderamente no se corresponde con lo que se construyó hace ya más de 100 años. Porque ser del Real Madrid ahora solo es posible gracias al haber vivido  un poso de muchas generaciones de victorias, de posturas y de mensajes que en su día eran lanzados al mundo y que permitían arrastrar aficiones y sonrojarte cuando visitabas otros países preguntándote; ¿Cómo es el Real Madrid? ¿A qué sabe ser del Real Madrid? 

Si algo no ha cambiado es que hoy en día nos seguimos sonrojando, pero por razones diferentes. Y te siguen preguntando ¿Que le pasa al Real Madrid? ¿Como valoras esto y lo otro? Y nos vemos obligados a fajarnos en harina y deber explicar las actuaciones de alguien que pertenece a ti, que no solo no te representa sino que de alguna forma eres tú. El equipo del Real Madrid es la extensión en un campo de fútbol de millones de aficionados, que hacen del Madridismo su forma de vida, o viceversa. 

Porque recibía el Real Madrid al FC Barcelona en los cuartos de final de una Copa del Rey, ganada el pasado año de una forma gloriosa, se reeditó en la eliminatoria de Champions League que pese a la derrota muchos nos sentimos orgullosos, a pesar de los métodos que puedan ser unos u otros. Perder se puede perder, quien da todo lo que tiene no está obligado a dar más, el ADN del Real Madrid no es el ganar por ganar, sino el no rendirse y perseverar hasta el final como camino a la victoria, ocurra lo que ocurra. Podríamos dividir el partido en dos hechos.

El primero y más trivial es que el Real Madrid salió encerrado atrás, en su área chica, con una defensa de cuatro, tres mediocentros y dos puntales arriba sirviendo a Cristiano Ronaldo como enganche. No pasa absolutamente nada por jugar así, no es lo que el Real Madrid ha practicado en sus años de historia, ni si quiera en el resto de partidos de temporada, pero se puede entender que estamos viviendo un periodo extraordinario y simplemente se están empleando otros métodos en según qué partidos. El libro de jugar al contraataque y renunciar a la posesión. Lo que ocurre es que para querer jugar al contraataque hay que saber hacerlo, y eso solo es posible cuando se ha practicado en otros partidos con total asiduidad. Esperaba el Real Madrid atrás con una línea esperpéntica de Carvalho falto de hierba y Altintop que mezcló lo respetable con lo cómico. El Real Madrid conseguía robar, las pocas veces que le era posible, Xabi Alonso se topaba con Busquets haciendo de coche escoba en un trabajo sencillo pero para el que se requiere concentración. El contraataque se empieza desde atrás, se acompaña por las bandas y se culmina en la medianía del área grande. Las bandas esa noche estaban representadas por Lass y Coentrao, faltos de desborde e ideas, y que siempre eran fotografiados a contrapié en el momento en que el Real Madrid emprendía filas. La defensa era una atentica angustia, la cogía Xavi haciendo fluir el juego y creando contextos en el que Xabi Alonso quedaba sometido en un dos contra tres; del de Terrasa con; Iniesta, Messi y Alexis en el orden que prefieran. En ese contexto, el futbolista se ve reprimido atrás, desbordado y las aguas le llegan al cuello,  recurriendo a la falta en cualquiera de sus vertientes. En el primer tiempo asistimos al “Mundo Mourinho”, nadie negará que la suerte no estuvo de su lado, dos contraataques que funcionan, uno que termina en gol y soportando más o menos y no sin apuros las continuas puñadas del rival. El segundo tiempo es constatación de que quien trabaja con cuchillos las veinticuatro horas del día se acaba cortando, quizás en la situación más irrisoria e inesperada posible y eso fue lo que le ocurrió al Real Madrid en el córner cabeceado por Puyol. Resulta pueril y demasiado matemático creer que el Real Madrid haciendo las cosas muy bien atrás no podría llevarse goles si el FC Barcelona cumplía también con su parte del contrato. Y no hubo reacción ni cambio, porque en el fútbol pasar de atacar a defender es relativamente sencillo, mientras que pasar de defender a atacar se hace más difícil, como si de economías de escala se tratase. Las explicaciones del técnico son las de siempre en estos partidos, analizar la acción humana imperfecta y a-logarítmica como algo ajustado a un patrón perfecto, como si de un mecanismo material o tecnológico se tratase. Declaraciones correctas si José Mourinho fuese el jefe de mecánica de Ferrari, pero no cuando en un campo de fútbol no se encuentran bielas, bujías, tornillos o neumáticos y sí seres humanos. No le niego el pan y la sal a Mourinho, es un trabajador ingenito, de amplios conocimiento futbolísticos, la derrota ayuda a aprender, y hacerte más fuerte, pero esto solo puede ser compensado con mejoras, que no se atisban derbi tras derbi.

El segundo hecho, fue el de un futbolista de unas cualidades físicas y defensivas como muy pocos han tenido en la historia del Real Madrid. Se trata de Pepe, quizás el jugador más sometido a este esquema y a este tipo de juego que despliega el Barcelona. Pepe es un jugador limpio, a penas recurre a las faltas porque su potencia física y colocación le otorga esos lujos. Verdaderamente es un virtuoso del fútbol. Y es precisamente en esa virtud donde lleva la penitencia y sus muchos comportamientos que no tienen justificación alguna. Pero todo esto es lo de menos, de la misma forma hay que decir de él que es un canalla y un autentico villano del fútbol. Destapa el frasco de veneno cuando se mira a los ojos de la derrota y es capaz de transcribir escenas que ni en mi imaginación se podrían crear. En una jugada aislada, con total y plena voluntariedad le estampa un pisotón en una mano a Messi mientras que recurre al árbitro en un acto perfectamente predeterminado. No es la primera vez que ocurre algo similar. Casquero lo sufrió, el Levante también y el miércoles fue Messi. Sus declaraciones son un insulto a aficionados y mundo del fútbol que deben encarrilarle a abandonar la disciplina a final de año.

Y lo que más duele de todo esto es la comparación que algunos hacen con el malogrado Juanito. Decía Manuel Vicent, “no pongas tus sucias manos sobre Mozart”. La escena de Juanito ocurrió tras un sinfín de páginas escritas y después de haber hecho cátedra sobre lo que es deportividad, fútbol, competitividad, buen hacer y sobre todo Real Madrid. En ese partido Juanito atisba como Manolo Sanchís comete una falta sobre Mathaus, y De Wert lo empuja por detrás, a esto que Juanito en frente del árbitro e impulsivamente le pisa la espalda. Al final del partido y a pie de campo tras haberse disculpado de Lottar Mathaus se dirige al mundo en los siguientes términos, “En mi carrera deportiva he tenido dos Yoes, hoy el Yo malo ha podido sobre mi, estoy totalmente arrepentido, el perjudicado soy yo, lo único que puedo decir es que me maldigo a mi mismo, y maldigo ese comportamiento que he intentado domar y del que hoy no he sabido controlar”. Recibió la correspondiente sanción del club, de la UEFA, y el perdón de la familia del fútbol. A la vuelta visitó el hotel del Bayern regalándole un estoque y una muleta al afectado y ese mismo año abandonó la disciplina del Madrid voluntariamente sin finiquito a cambio. Años mas tarde nos abandonaría a todos como el mayor ejemplo de Madridismo y héroe del deporte sobre el que yo haya podido leer y ver.

Emplear a Juanito y a Pepe en un mismo artículo es deleznable, salvo que sea para plasmar dos extremos: uno el de honorabilidad y Real Madrid, y otro el de la mezquindad y lo ruin.

Un abrazo. 

LOS QUE SIGUEN ESTANDO AHÍ,…Y QUE ASÍ SEA POR MUCHOS AÑOS.

Las entradas de año son los momentos que muchos utilizan para hacer balance de sus posiciones, de sus ideas, de su futuro, de sus planes y de sus proyectos. Una forma de tomarse un respiro en el camino y cuestionarse la forma de recorrerlo o en el peor de los casos el destino emprendido. En realidad no tiene porque hacerse al principio de cada año, el concepto espacio tiempo es algo lineal sin cortes y lo demás es convenio establecido por unos monjes. En este caso ambos puntos han coincidido, el principio de año con el respiro en el camino. 

La Garita de Concha Espina está abierta al público, a interactuar con sus lectores que son muchos y buenos, cualquier crítica es bien recibida y sobre todo agradecida. Algunos han aconsejado que se cambie de lenguaje, que se vaya más a la brocha gorda y que más o menos se haga una especie de réplica de lo que diariamente se lee por cualquier templete. Que me disculpen pero no va a ser así, porque en jornadas como hoy La Garita de Concha Espina está por encima de todo esto.

El FC Barcelona visitaba Cornellà El Prat, visitaba a sus propios miedos y vergüenzas, porque efectivamente su fornitura que es extensa y larga ha ahogado a un equipo que año tras año no deja de dar cátedra sobre lo que es competir, jugar y sobre todo vivir el fútbol en un territorio y ecosistema que le es claramente hostil. Porque el FC Barcelona cuando entra en la Avinguda del Braix presiente que los que por allí andan no van dorar la píldora a nadie, ni a ver a The Rolling Stones, van a competir sin complejos y con una cantera, unos valores, tan decentes y aseados como los de cualquier otro equipo. Salía el Barcelona, al Fútbol Club me refiero, con ese nuevo concepto que ha desarrollado Pep Guardiola de falso nueve, aunque seamos francos Messi de falso no tiene nada. El FC Barcelona anda escaso de artillero, pero visto el juego que despliega acordonando el medio del campo y enjaulando a los rivales en su propia tela de araña es como requerir de un fontanero en el Sahara. Y el partido se le puso de cara al Barça, haciéndose con el balón, muchos quizás ya lo han sufrido; Didac, Jordi Amat o Raúl Rodríguez se han visto en estas más veces, no les es nuevo, en infantiles, juveniles,...Han crecido en partidos de esta enjundia. Otros equipos se hubieran venido abajo, otros en cambio atisban antes del propio partido que la derrota es algo segura. El Espanyol juega en otra liga y su entrenador ha sabido leer el ADN de esta institución, son catalanes, no tienen más huevos que otros, lo que hacen lo miden en el tapiz verde y no en los exabruptos que sueltas en una rueda de prensa chápela en mano. En el Espanyol no hay paletos, dignifican el fútbol de ahí que en una época tan devastadora de los culés, sea el equipo que más puntos le ha despojado, un total de 14, robándole 88 balones en todo el partido. El segundo tiempo fue otra copla, Leo Messi perdió fuelle y Xavi tuvo problemas para contener el juego, el Espanyol de la mano de Verdú, Álvaro y Javi López llevaron los designios del juego a su terreno. Este año son estos, hace años fueron Javi García, Callejón, Velamazán o Raúl Tamudo,...Da igual, el duende no cambia. Es en el minuto 40 cuando un testarazo de Álvaro pone las tablas en el marcador y acorta el tiempo de reacción del Barça. El Espanyol las volvió a tener, se siguió lanzando arriba, y el Barcelona intento limpiar el traspiés. La tuvieron los blaugrana en un disparo de Pedro, repelido por una mano clara de Rodríguez, penalti y expulsión. 

Y ahora con razón el aficionado del Barcelona puede clamar contra los que han hablado de los árbitros, pero ahí es donde La Garita de Concha Espina está por encima y sinceramente le resbala todo esto. Este no es el lugar, ya que en ningún momento se ha replicado aquí el panfletario ideológico patrio, no se habla de que seamos libres o no, no hay que ser presuntuosos en este aspecto, pero el análisis siempre ha ido por otras sendas, y ni a principio ni a final de año se ha variado la deriva. Se podrá decir más bonito, más claro, mas alto, con más o menos tino, pero la excusa arbitral, la suerte y el azar lo dejamos para otros. Mientras tanto, se preguntarán ¿he aquí otra oda al Espanyol?

En su día se escribió,.."...el RCD Espanyol se entiende en la ciudad condal como un club con un profundo sentido político y cultural. Un sentido político lejos de la caspa que muchos creen, que se funda en lo que era una de las ciudades más cosmopolitas de Europa (hoy lamentablemente ya no le queda ni el cosmos) en 1900, de mano de universitarios españoles de Barcelona, de Andalucía, de Asturias, de Castilla, de Madrid,...Como contra punto al otro equipo de la ciudad fundado por suizos. Y cien años después ahí sigue, el sexto equipo con más aficionados de toda España, con un estadio nuevo y presumiendo de historia, de palmares, de forma de ver el futbol y de enfrentarse a rivales más fuertes que él sin complejos de las encerronas institucionales y tratos sociales que se le puedan hacer en una región marcadamente hostil para ellos. Es el Reial Club Deportiu Espanyol de Barcelona, síganlo y lean su historia porque siempre está ahí y no se cansará de estarlo..." …Que así sea por muchos años, y que un servidor lo pueda escribir, sin alejarse de sus más profundos afectos y convicciones. 

Un abrazo.