miércoles, 9 de noviembre de 2011

EL SOL NO SE LO QUISO PERDER,…PERO LA LLUVIA TAMPOCO


La psique humana se divide en quienes se empecinan en predecir el futuro y los que prefieren entender el pasado para poder vivir el presente con más sentido común y relativismo. Y muchas de las veces lo difícil es poder impregnarse de ese regusto y sabores de antaño que disfrutaban nuestros abuelos y antepasados, para ello debemos refugiarnos en esas pequeñas cosas, acontecimientos efímeros que pueden durar segundos pero que te transportan por unos momentos a esos tiempos lejanos. Muchos de estos acontecimientos de los que escribo suelen ser manifestaciones artísticas, gastronómicas o religiosas y no a todos les ocurre por igual; ver torear al maestro Morante de la Puebla con montera, asistir a una santa Misa en una catedral o degustar de un barquillo en la Plaza Mayor.

Esta jornada de fútbol nos dio por momentos una de estas fantásticas experiencias. Por un lado recibía el Real Madrid a un clásico enemigo, quizás uno de sus enemigos más fervientes, no se sabe muy bien porque, la propia idiosincrasia del Atlético Osasuna le hace un club especial, que marcha a paso cambiado con respecto a la mayoría social de esta fantástica región. Región en la que un núcleo importante y respetable tira hacia la hermana Euskadi, hasta el punto de considerarse parte, sangre y piel de ellos. Entre los que se decantan por la vertiente contraria han mirado con muy buenos ojos al Real Madrid y quizás el antimadridismo ha sido el pretexto injusto para emprender pulsos políticos y sociológicos. Pero esta vez algo distinto ocurría que adquirió más importancia que el propio partido en cuestión. Se trataba de la hora, y no se sabe cuantos años hacía que el Estadio Santiago Bernabeu no se teñía de luz en el fondo norte, tantos años que en un día tan lluvioso el sol no se lo quiso perder. En estas el Real Madrid sacaba un equipo rocoso en el centro del campo, la ausencia de Kaka le resta belleza en el juego y Granero que debería de ser el sustituto natural y no lo es, lleva al equipo a sentirse huérfano de estética. En cambio y lo cual es importante, el Real Madrid no está nunca huérfano de gol, no solo cuenta con un Cristiano Ronaldo implacable y que siempre esta ahí con un tesón y profesionalidad dentro del campo que debería ser reconocida por cualquier persona de bien, sino también que Pipa Higuaín y Karim Benzema están al quite en una competencia interna atroz. Higuaín aporta ese punch de quien pega un tiro de repente y el segundo genera mucho juego entre líneas y dentro del área, que le lleva a quienes le rodean acercarse un poco más al gol. Y como todo gran equipo se gesta desde atrás, el Madrid cuenta con un futbolista en la plenitud de su carrera profesional, Sergio Ramos. Por su parte el Osasuna mermado y con un entrenador que tiene como único bagaje y track record ser paleto, no fue digno rival en un día tan especial, como en su día tampoco lo fue en el Nou Camp y lo criticamos. No solo en el contenido de su juego sino también en la forma, un gol marrullero haciéndose uno el muerto para sacar rápido y una continua perdida de tiempo cuando el resultado era solamente de 3-1. El Real Madrid mantuvo un tono físico que no he visto nunca, y todo ello es labor directa de su entrenador, porque es precisamente este tono físico el que le está haciendo ser líder, merito total de José Mourinho. Los goles cayeron como hojas de un castaño en otoño, sin cesar a la misma velocidad que los asistentes abandonaban el recinto. Algo que no gustó al cuerpo técnico y que conste que entiendo ambas posturas, el socio del Real Madrid tiene el culo muy pelado y la manifestación le sale de las trancas, no hay postureo, la alegría y la emoción nunca viene impuesta y todo explota desde las más profundas entrañas. Por su parte los aficionados que nombra José Mourinho como los únicos que mantienen vivo al estadio y por alusiones, decir que mantienen una actitud programada que requiere de esfuerzo mental, llueva, nieva, te invada la tristeza o la alegría, y es meritoria. Ese mismo grupo sabe que si se alejasen del discurso racista serían un verdadero clan de presión e importancia dentro de la parroquia merengue. Fin del partido y paseo por las calles de Madrid con ese regusto pasado que te da ver el futbol un domingo por la mañana. 

Pero el partido de traca y el mejor de lo que va de temporada ha sido el Athletic de Bilbao - FC Barcelona. El sol no se lo quiso perder en Madrid, pero la lluvia tampoco en San Mames, convirtiéndose en parte del juego. Un partido a tres, los rojiblancos contra los azulgrana y la lluvia contra todos. Una historia que se repite muy de vez en cuando, porque el partido fue para el Barcelona una auténtica encerrona, en la que Chaak el dios de la lluvia maya siempre se pone del lado del Athletic. El primer tiempo le pilla al Barcelona y a Leo Messi a contrapié, nunca le supo jugar el Barcelona al Athletic, por su parte el Ahtletic cuenta con un liante del futbol, jugador eléctrico que pocas veces he visto, Muniain, desquicia a defensas rivales y siempre sale victorioso en los lances de juego. Al descanso se va con un 1-1, Cesc Fabregas sale al rescate del equipo en la antesala de un partido que se ponía muy cuesta arriba. Para la segunda parte los charcos se hacían latentes y mezclados con el barro imposibilitaba al balón rodar recordándonos que el césped de la Catedral no drena agua y ni falta que hace. Es en los minutos antes del segundo gol del Athletic cuando era cristalino que los tres puntos de ahí no se los hubiera llevado nadie que no fuese el Bilbao. En dos jugadas de verdadero mal fario llegan sendos goles, el primero la empuja el viento tras un traspié de Pique y en el segundo cuando el partido tocaba a su fin la fatal comunicación entre defensa y portero en una jugada sin apenas peligro le hace caer el balón precisamente a Messi para colocar al equipo a tres puntos del líder y no a cuatro. 

El Madrid parece que se escapa, dado el fuerte nivel físico que atesora, una preparación milimétrica y muy rigurosa emprendida por un profesional que en este área sí, es el mejor del mundo. Lo que ocurre que el calendario está siendo más benévolo con el Madrid hasta la fecha, el Málaga resultó no ser tal cosa y el Villarreal está para pasto de ballena. Por su parte el FC Barcelona se ha dejado 8 puntos tanto como visitante como anfitrión. El asfalto pondrá a cada cual en su lugar, Sporting en el Molinón, Valencia en Mestalla y Atlético de Madrid en casa, son partidos de mucha más enjundia que Zaragoza, Getafe y Levante para el Barça. Con lo que hasta la fecha las conclusiones que se puedan sacar sobre quien está mejor o peor son pueriles y no sirven absolutamente de nada.

Un abrazo

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